Un artículo publicado en el BMJ, presenta un interesante análisis de la promoción de vacunas contra la gripe, y lo trata como una de las políticas de salud pública más visibles y agresivas en la actualidad. El Dr. Peter Doshi, su autor, hace énfasis en fechas, número de dosis usadas en Estados Unidos a través del tiempo, cambios en la percepción de riesgo y edades de uso.
Es así como empieza diciendo que en 1990, estaban disponibles en los Estados Unidos 32 millones de dosis contra la influenza. Hoy en día alrededor de 135 millones de dosis contra la gripe.
Este crecimiento se ha impulsado por las masivas campañas de salud pública que proporcionan mensajes como: la gripe es una enfermedad grave, todos estamos en riesgo de complicaciones, la vacuna está prácticamente libre de riesgo y salva vidas.
Cambio de concepto de la población usuaria de la vacuna
En los EE.UU., las primeras recomendaciones para la vacunación anual contra la influenza se hicieron en 1960. El objetivo principal de esta política era reducir el exceso de mortalidad, y debido a que la mayoría de las muertes ocurrieron en la población de más edad, las vacunas fueron dirigidas a este grupo.
Pero desde 2000, el concepto de quién está "en riesgo" se ha expandido rápidamente, abarcando más sectores de la población general. Es así como las campañas hacen énfasis en frases como "incluso las personas sanas pueden contraer la gripe, que puede ser grave". Hoy, las directrices en los EE.UU, exigen que la vacunación se haga desde los 6 meses de edad y a mayores, por lo que ahora todos "en riesgo".
Algunos estudios por su parte, sugieren que la vacuna puede ser menos beneficiosa y menos segura de lo que se ha dicho, y han considerado que la amenaza de la gripe parece ser exagerada. Por lo anterior, ahora todos estamos "en riesgo" de sufrir las complicaciones graves de la vacuna contra la influenza.
¿Venta de enfermedades?
Las compañías farmacéuticas han sabido que para vender algunos productos, deben vender primero la enfermedad. Un ejemplo de esto, en los años 1950 y 1960, Merck lanzó una campaña para bajar las cifras tenidas en cuenta para el diagnóstico de la hipertensión arterial, y al hacerlo, amplió el mercado para su fármaco diurético, Diuril (hydrochlorothiazide).
Según las compañías farmacéuticas actuales, tenemos epidemias de disfunción eréctil, trastorno de ansiedad social y disfunción sexual femenina, cada una, con un logro conveniente de aprobación de un medicamento.
A la pregunta, ¿Podría la gripe ser un caso más de tráfico de enfermedades (disease mongering)?. Según Dr. Doshi, sí. Pero a diferencia de la mayoría de las historias, aquí los vendedores son los funcionarios de la salud pública en los EE.UU.
Lo que queda claro, es que acualmente existe una tendencia a medicalización de la vida, que es reafirmada cada día por la publicidad de medicamentos, a través de diferentes medios de comunicación. Cabría hacer la pregunta de qué tan susceptibles somos de caer en las redes de éste agresivo marketing.
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